Los indicios de asentamientos humanos más antiguos que se conocen en el Val Miñor se encuentran en la parroquia de Donas en Gondomar. A partir de aquí los abundantes yacimientos arqueológicos descubiertos y la toponimia evidencian que estas tierras han sido pobladas desde tiempos muy remotos. A destacar los grabados rupestres del monte de San Antón, en Chan do Cereixo, así como las mámoas y castros de Donas, Chaín y Vincios.

En Galicia los asentamientos prerománicos alcanzaron su máximo esplendor en la Cultura Castrexa, popularmente conocida como la Cultura Celta, caracterizada por asentamientos fortificados estratégicamente situados en lo alto de los montes. Con la entrada de los Romanos en el siglo I A.C estos castros son ocupados para ubicar los cuarteles y ciudades romanas, momento a partir del cuál empiezan a consolidarse villas como Baiona, Panxón y Gondomar, esta última al paso de una importante vía romana que, atravesando el Monte Aloia y las parroquias de Couso y Donas, enlazaba Tui con Vigo. Se especula que el origen del topónimo Gondomar podría estar en la existencia de un asentamiento germánico comandado por Gundemaro. En todo caso la creciente importancia de Tui en la Edad Media trajo consigo el crecimiento político, económico, militar, demográfico de la zona. Entre el siglo XII y el XIII, se definen las 10 parroquias que actualmente conforman Gondomar: Borreiros (San Martiño), Chaín (Santa María), Couso, Donas (Santa Baia), Gondomar (San Bieito), Mañufe (San Vicente), Morgadáns (Santiago), Peitieiros (San Miguel), Vilaza (Santa María) y Vincios (Santa Mariña).

Ahora bien es en el siglo XIV cuando Gondomar alcanza su mayor esplendor de la mano de D. Diego Sarmiento de Acuña, nombrado Conde de Gondomar por el Rey Felipe III en reconocimiento a su labor comandando la defensa del Valle Miñor y Vigo de los ataques del pirata Drake, desde el Pazo de Gondomar. Una visita al Pazo da cuenta de la importancia estratégico militar que tenía este enclave de piedra, sobrio, tosco, robusto que en poco se parece a otros pazos, en la defensa del Valle Miñor.

Entre los siglos XVI y XVII Gondomar sufrió una importante recesión económica originada por la peste, el hambre y la guerra Galaico-Portuguesa, en la que fueron destruidas varias edificaciones durante la retirada de los portugueses, incluyendo el Pazo del Conde de Gondomar.

En todo el municipio podemos encontrar iglesias, hermitas, capillas, pazos, cruceiros, acueductos, molinos, etc. que evidencian la importancia que tuvo Gondomar en el pasado.

Actualmente Gondomar es un pueblo enclavado en un entorno rural, de gentes sencillas y costumbres arraigadas, que vive la vida con tranquilidad, a pocos minutos de los maravillosos arenales y calas del Val Miñor, como Playa América, Monte Lourido, Playa Ladeira, el Monte Real de Baiona, la Playa de Patos, etc. o de las comodidades de los servicios que brinda Vigo, una de las ciudades más importantes de Galicia.

Para más información: Concellería de Turismo del Concello de Gondomar.

En Hostal Paz, ofrecemos un alojamiento familiar, tranquilo y céntrico en misma entrada de Gondomar, muy bien comunicado por carretera con Baiona, Gondomar, Vigo, Porriño, Tui y Portugal. Tenemos 13 habitaciones todas con baño, secador, nevera, televisión, wi-fi, un parking privado cubierto, una amplia recepción y una pequeña sala. En la parte de atrás de la casa hay una enorme finca para disfrutar con los niños. Si se prefiere, en un paseo, se puede disfrutar del sendero fluvial del Río Miñor, los espectaculares parques de la Villa o conocer su casco urbano y sus gentes

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